lunes, 18 de octubre de 2010

MÚSICA GUAJIRA

4.12.2006

EL PUNTO CUBANO



Música Tradicional cubana:
El PUNTO CAMPESINO.
Rafael Lam.

El punto cubano (campesino o guajiro), según datos de la musicóloga Maria Teresa Linares, es el género de canto, generalmente solista, usado por los campesinos cubanos, desde hace alrededor de tres siglos; con elementos de estilo de origen hispánico.

Ha sido la manifestación musical de mayor importancia para el campesinado cubano, reflejo de las condiciones de su vida. Toma cuerpo dentro del proceso de expansión de las vegas tabacaleras desde mediados del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII (Julio Le Riverend)
A inicios del siglo XIX Esteban Pichardo en su Diccionario provincial de voces cubanas escribe una definición del punto: “Canto vulgar y muy común en que los trovadores campesinos compiten entusiasmados y a gritos. El acompañamiento músico instrumental frecuentemente es de guitarra, arpa o triple. La del baile es conocida con el nombre de ZAPATEO, que aunque rustico, esta muy generalizado: cuando en él se imita al guajiro con sombrero de guano, machete al cinto y gesto amenazante y azorado por los silbos de los espectadores, entonces el baile se llama ATAJAPRIMO.

El punto, como lo conocemos actualmente, está compuesto por: la tonada (línea melódica) y la décima (texto). Generalmente tiene acompañamiento instrumental; aunque puede ser cantado sólo, esta forma a “capella” se emplea como canto de trabajo en nuestros campos.
ORIGEN
Se inicia en los núcleos urbanos, las vegas de tabaco, los ingenios y las haciendas de ganado. Los participantes eran grupos de desheredados (segundones), labriegos y gente rústica.

A comienzos del siglo XIX era acompañado en algunas zonas por bandurria, acordeón, filarmónica, botija, timbal y guiro. Este tiempo de conjunto campesino se mantuvo hasta el 1927. Posteriormente se fueron sustituyendo los instruemerntos: el acordeón, la filarmónica y la bandurria por el tres, la guitarra y el laúd.
El zapateo de origen hispano lo encontramos en todos los países latinoamericanos, cada uno con sus características propias. En Cuba predomino el canto sobre el baile, hasta desaparecer el zapateo como tal y pasar algunos de sus pasos como el escobillado al son. Esto denota el común origen hispano de esta manifestación.
INTÉRPRETES
Guillermo Portabales (Rey de la guajira de salón), Celina González (Reina de la música campesina), Coralia y Ramón Veloz, Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí), Justo Vega, Adolfo Alfonso, Angelito Valiente, Patricio Lastra, José Marichal y muchos más.
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TROVADORES ANTIGUOS

4.17.2006


MERCEDES LA DE MI ALMA


MERCEDES LA DE MI ALMA
Rafael Lam, cronista de la música cubana

Mercedes Cuevas fue la esposa inspiradora de la canción que Miguel Matamoros hiciera famosa muchos años atrás. Ella fue la fuente de inspiración de sus creaciones. Según propias palabras de Mercedes, composiciones como Olvido, Santiaguera y Reclamo místico fueron dedicadas a ella. Así lo escribió hace ocho años el periodista Manuel Portuondo.
Recuerdo en esa década de 1980, en una visita a Mercedes a su casita no. 62 en el Callejón Santiago del Tivolí santiaguero. Mercedes, guitarra en mano descargaba acordes en el propio instrumento que guardaba de Miguel Matamoros, Rey del son y uno de los monstruos sagrados de la música cubana y latinoamericana.

Mercedes tenía el privilegio de escuchar antes que nadie las canciones que inventaba el vate santiaguero. La querida esposa de Miguel siempre atenta –como buena santiaguera- a las constantes visitas que recibía de cualquier lugar de Cuba o del exterior.
La gente siempre pidiendo anécdotas, testimonios fieles de Miguel en sus buenos tiempos que era tan reclamado en todas las plazas, teatros, grabaciones y giras. “Miguelito era muy campechano, muy serio en su trabajo y orgulloso de lo que era. Gustaba de comer muchos pasteles de carne, era uno de sus caprichos. Tomaba mucho ron con cilindrón de chivo, comida de trovadores. Era un tipo bien plantao, se parecía a Carlos Gardel con sombrero y todo. Por ciento que creo que ellos se encontraron allá en New York”.
Mercedes recuerda la vibrante voz del cantor, “muy personal, su voz prima, con un timbre único en los boleros, guarachas y sones. Solamente un Benny More podía competir con el. Su guitarra prima sensacional, con la voz segunda de barítono de Siro Rodríguez. Y el bajo somero de Rafael Cueto, el compositor de Los carnavales de Oriente”.
La compañera de Miguel se quedo muy sola con la perdida de su compañero de la vida, que el 15 de abril de 1971 se despidió de los santiagueros. “Fueron músicos gloria de Cuba, el trío era lo mas grande, abrieron y condujeron el camino de la música que después vino, hasta esa salsa que anuncian por ahí, por esos países de latinos”, decía la santiaguera.

Cuando escucho a esta mujer, me tengo que transportar en el tiempo, en aquellos días de boleros y sones por las cuatro esquinas de la Isla de Cuba y por todo el continente de Norte a Sur. Eran canciones que se escuchaban en todos los trovadores: Mariposita de primavera, Quién tiró la bomba, El que siembra su maíz, Lagrimas negras y las ya nombradas que hacen un catálogo inmenso y se encuentran entre las obras más versionadas, cantadas y difundidas de Cuba. Recientemente ya sabemos la difusión que ha tenido la pieza Lágrimas negras, a través de Diego el Sigala con Bebo Valdés que volvieron a poner el bolero en la cima de la popularidad y el hit parade mundial.

COMPOSITORES CUBANOS

thursday, August 09, 2007


JOSÉ TEJEDOR

El siete de agosto de 1922 nació en La Habana José Tejedor, quién llegaría a ser un popular cantante particularmente de boleros y canciones.

Tejedor se inició en programas de aficionados y en distintas fiestas efectuadas en lugares públicos. Ya en 1959, como cantante profesional, realizó sus primeras grabaciones. Fue uno de los grandes intérpretes del bolero.

Durante su vida artística formó un popular dúo con Luis Oviedo. Con su peculiar estilo, matizado por una gran emotividad, logró convertir en éxitos rotundos distintas creaciones musicales, entre ellas las tituladas Escándalo, Llora corazón, En el balcón aquel y Celos locos.

Tras una vida artística de cerca de 50 años José Tejedor falleció en La Habana el dos de noviembre de 1991.