viernes, 23 de diciembre de 2016

TANGOS, LA MUSICA SE HA HECHO PARA DECIR LO INEXPRESABLE



TANGOS, LA MUSICA SE HA HECHO PARA DECIR LO INEXPRESABLE 

 

COMPILACIÓN

PRIMERA PUBLICACIÓN; BLOG RETOS 2011 POR AISA (SUNCA) EN EL 2012.

SEGUNDA PUBLICACIÓN : 23 DE DICIEMBRE 2016 

                            EN HONOR A  ENRIQUE DISCÉPOLOS



                                                         



El tango es un género musical tradicional de Argentina y Uruguay, nacido de la fusión cultural entre emigrantes europeos, descendientes de esclavos africanos y de los nativos de la región del Río de la Plata. Musicalmente suele tener forma binaria (tema y estribillo) o ternaria (dos partes a las que se agrega un trío). En esencia, es una expresión artística de fusión, de naturaleza netamente urbana y raíz suburbana («arrabalero»), que responde al proceso histórico concreto del mestizaje biológico y cultural de la población rioplatense pre-inmigración y la inmigración masiva, mayoritariamente europea, que reconstituyó completamente las sociedades rioplatenses, a partir de las últimas décadas del siglo XIX.
El tango es un arte de raíz suburbana, «arrabalero», derivado de su naturaleza popular. Cabe destacar el diferente origen de suburbio y arrabal, ahora considerados sinónimos. Arrabal es una palabra de origen árabe, que significaba ‘fuera de los muros’ en el caso de la ciudad amurallada de Montevideo. Surge y se desarrolla en los barrios de trabajadores que rodean a las ciudades rioplatenses: el «arrabal». Para el tango el arrabal es la musa inspiradora, el lugar de pertenencia que no se debe abandonar, ni traicionar, ni olvidar. Por sobre todas las cosas, el tanguero es un hombre (y una mujer) «de barrio». En el lenguaje del tango, el arrabal y el centro componen dos polos opuestos: el arrabal, muchas veces unido indisolublemente a los amigos y a «la vieja», expresa lo verdadero y lo auténtico, en tanto que el centro suele expresar lo pasajero, «las luces» que encandilan, el fracaso.
El sentimiento de pertenencia al arrabal ha llevado al tango a construir culturas de barrio, a darles personalidad. Sobre todo en Buenos Aires y Montevideo, el tango está indisolublemente ligado a la identidad de los barrios. La ciudad del tango es una ciudad vivida desde el arrabal.
Su interpretación puede llevarse a cabo mediante una amplia variedad de formaciones instrumentales, siendo las más características el cuarteto de guitarras, el dúo de guitarra y bandoneón, el trío de bandoneón, el piano y contrabajo, así como la orquesta típica o el sexteto.
Las letras de sus canciones están compuestas basándose en un argot local llamado lunfardo que, suelen expresar las tristezas, especialmente «en las cosas del amor», que sienten los hombres y las mujeres de pueblo, circunstancia que lo emparenta en cierto modo con el blues, sin que ello obste al tratamiento de otras temáticas, incluso humorísticas y políticas.
Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como «un pensamiento triste que se baila»
En 2009 fue presentado por los presidentes de la Argentina y Uruguay para ser incluido, y finalmente aprobado en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la Humanidad por la Unesco
Si bien el tango reconoce lejanos antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos, sus orígenes culturales se han fusionado de tal modo que resulta casi imposible reconocerlos.
Se sabe que el argot del tango, el lunfardo, está plagado de expresiones italianas y africanas;[cita requerida] que su ritmo y clima nostálgico tiene un cercano parentesco con la habanera cubana; y que «tango, milonga, malambo y candombe», son parte de una misma familia musical de raíces africanas y también de las costumbres provenientes de los gauchos que migraron a la ciudad.
Sin embargo el tango no se confunde ni deriva de ningún estilo musical en particular. Ernesto Sábato dijo que por sobre todas las cosas el tango es un híbrido, una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional.
El tango apareció en el Río de la Plata y sus zonas de influencia. En la presentación conjunta de Argentina y Uruguay ante la UNESCO para el reconocimiento del Tango como patrimonio inmaterial de la humanidad, reza: "El Tango nació entre las clases bajas de ambas ciudades [Buenos Aires y Montevideo] como una expresión originada de la fusión de elementos de las culturas afroargentinas y afrouruguayas, auntenticos criollos e inmigrantes europeos. Como resultado artístico y cultural de este proceso de hibridación, el Tango es considerado hoy en día como uno de los principales signos identitarios del Río de la Plata."[30] Otras fuentes afirman que surgió primero en Buenos Aires y en la zona del actual Gran Buenos Aires,[31] [32] [33] [14] [34] [35] en la segunda mitad del siglo XIX, en el marco socio-cultural de las grandes oleadas migratorias de los más variados orígenes internos y externos, que recibió entonces esa región. Por su parte, el escritor argentino Jorge Luis Borges dijo: "Buenos Aires, Montevideo y Rosario son los tres lugares que se han disputado el nacimiento del tango", cosa que se asemeja bastante a la realidad de la temática.
Otros puertos fluviales como en Campana y Zárate también registran antiguos antecedentes tangueros. Se trató de una música eminentemente popular, rechazada y prohibida por las clases altas y la Iglesia Católica, por lo que se desarrolló en los barrios pobres de los suburbios (los arrabales), los puertos, los prostíbulos, los bodegones y las cárceles, donde confluían los inmigrantes y la población local, descendientes en su mayoría de indígenas y esclavos africanos.
Allí se fueron fusionando libremente las formas musicales más diversas (candombe, payada, milonga, habanera, tango andaluz, polca, vals, etc.), provenientes de los orígenes más diversos (africanos, gauchos, hispanos coloniales, indígenas, italianos, judíos, alemanes, andaluces, cubanos, etc.), hasta formar el tango. Se estima que la transición duró alrededor de cuarenta años para afianzarse como un género plenamente constituido en la última década del siglo XIX.
En 1857, el músico español Santiago Ramos compuso uno de los primeros temas de aire tanguero que se conozca, Tomá mate, che, un tango con letra rioplatense pero con arreglos musicales de estilo andaluz. El tema formaba parte de la obra El gaucho de Buenos Aires, estrenada en el Teatro de la Victoria. En 1874 se ha documentado el primer tango que alcanzó difusión popular masiva. Se trata de El queco, también de estilo musical andaluz, con una letra sobre las «chinas» (las mujeres argentinas de origen indígena o africano) que trabajaban de prostitutas en los burdeles.
En 1876 se hizo muy popular un tango-candombe llamado El mereguengué, que se convirtió en éxito en los carnavales afroargentinos que se celebraron en febrero de ese año Se interpretaba con guitarra, violín y flauta, además de los tambores de candombe afroargentino (llamador y repicador).
El bandoneón, que le dio forma definitiva al tango, recién llegaría al Río de la Plata allá por el 1900, en las valijas de inmigrantes alemanes. No existen partituras de esta etapa originaria, porque los músicos de tango de entonces no sabían escribir la música y probablemente interpretaban sobre la base de melodías existentes, tanto de habaneras como de polcas. La primera partitura de la que existe registro (pero sin autor) es La canguela (1889) y se encuentra en el Museo de la Partitura de la Ciudad de Rosario. Por otro lado, del primer tango porteño, que se tiene registro (con autor registrado) es El entrerriano ―estrenado en 1896 e impreso en 1898― del afroargentino Rosendo Mendizábal
Los títulos procaces pueden ser consultados en un anexo especial. Varios años después, a partir de los años treinta, los gobiernos militares y autoritarios, prohibieron las letras y títulos, por lo que la mayoría de ellos desaparecieron, mientras que otros fueron reescritos, como el famoso Concha sucia,. que fue reescrito por Francisco Canaro como Cara sucia.
Poco antes de que comenzara la Primera Guerra Mundial en 1914 el emperador de Alemania, Guillermo II prohibió que los oficiales prusianos bailaran el tango si vestían uniforme. El órgano oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, apoyó abiertamente la decisión en los siguientes términos:
El káiser ha hecho lo que ha podido para impedir que los gentilhombres se identifiquen con la baja sensualidad de los negros y de los mestizos (...) ¡Y algunos van por ahí diciendo que el tango es como cualquier otro baile cuando no se lo baila licenciosamente! La danza tango es, cuanto menos, una de aquellas de las cuales no se puede de ninguna manera conservar ni siquiera con alguna probabilidad la decencia. Porque, si en todos los otros bailes está en peligro próximo la moral de los bailarines, en el tango la decencia se encuentra en pleno naufragio, y por este motivo el emperador Guillermo lo ha prohibido a los oficiales cuando estos vistan uniforme.
En aquellos años, en los que los hijos de familias ricas llevan a París el tango que habían aprendido en su frecuentación de los lupanares, comienza una nueva era para el género, con el aporte de músicos mejor preparados y la incorporación de letras evocativas del paisaje del suburbio, de la infancia y de amores contrariados.
La canción de tango
comenzó a interpretarse desde 1850, pero no era tal porque el estilo vocal estaba ligado a la habanera y tangos españoles, sin una personalidad tanguera definida. Los cantantes de entonces no eran profesionales ni tampoco se conocía la voz del tango. El tango se cantaba como tango milongueado y los versos eran picarescos, lo que escandalizaba a la alta sociedad porteña. Los cantantes de que se habían destacado en la primera década de 1900 fueron Lola Membrives, Linda Thelma y Ángel Villoldo, entre otros. Los primeros éxitos de aquel tango fueron Hotel Victoria, El porteñito y el gran suceso La morocha de 1908. En Buenos Aires había gran cantidad de cantores que interpretaban estilos nacionales, zambas y chacareras.
Carlos Gardel, quien se inició como payador alrededor de 1910, es el más recordado cantante de tango de los años veinte y treinta. Muchos de los temas que interpretaba los compuso él mismo y encargó sus letras a su inseparable compañero, el poeta Alfredo Le Pera. Gardel, que comenzó su carrera en comités políticos de los suburbios fabriles de Buenos Aires, cantó en París y en Nueva York, filmó varias películas en EE. UU. Se convirtió en un mito para los rioplatenses cuando murió en un accidente de aviación en Medellín (Colombia). Algunos de los tangos famosos de esta primera época son La cumparsita, El choclo, Caminito, El día que me quieras, Por una cabeza, etc.
La década del cuarenta  del pasado siglo se considera  la época dorada para el género, que se interpretaba ya en locales nocturnos de lujo, cuyos ambientes alimentaron a su vez a los letristas, que en sus versos contraponían el lujurioso cabaret y los desbordes de la vida nocturna a la infancia en el arrabal, paisaje éste que adquirió entonces ribetes míticos de paraíso perdido.
Grandes orquestas, como las de Juan D’Arienzo (1900-1976), Carlos Di Sarli (1903-1960), Osvaldo Pugliese (1905-1995), Aníbal Troilo (1914-1975), Horacio Salgán (1916-), Ángel d’Agostino o Miguel Caló actuaban a la vez en los cabarés del centro y en salones barriales, y, con ellos, creció enormemente la industria discográfica en la Argentina. Letristas de gran vuelo ―Enrique Cadícamo, Cátulo Castillo, Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi― dieron al tango composiciones inolvidables, signadas por la amarga crítica de costumbres (Discépolo), el matiz elegíaco y las metáforas inspiradas en grandes poetas (Manzi, Castillo), la recurrente pintura de ambientes sofisticados con resonancias del poeta modernista Rubén Darío (Cadícamo). Otros notables cantantes de la época fueron el Polaco Goyeneche, Edmundo Rivero, Ángel Vargas, Francisco Fiorentino, Héctor Mauré y Alberto Podestá. Por su parte, Homero Expósito y José María Contursi también escribieron las letras de algunos tangos.Desde fines de los años cincuenta comenzarían a surgir corrientes tangueras renovadoras. Los primeros fueron músicos como Mariano Mores y Aníbal Troilo que empezaron a experimentar con nuevas sonoridades y temáticas. Pero el renovador indiscutido fue el marplatense Ástor Piazzolla.
Ástor Piazzolla alternaba entre las tardes de música clásica en el Teatro Colón y su pasión por Ígor Stravinski y Béla Bartók, con las noches de tango, y su desempeño como bandoneonista y arreglador musical de la orquesta de Aníbal Troilo (1914-1975). Fusionando creativamente las influencias más diversas, Piazzolla introdujo en el tango armonías disonantes y bases rítmicas intensas y nerviosas que produjeron una transformación radical del género.
La música de Piazzolla produjo una apasionada controversia entre tradicionalistas y renovadores, sobre si «eso» era o no tango. El punto culminante de esa controversia fue el Festival de la Canción de Buenos Aires realizada en el Luna Park en 1969, en el que Ástor Piazzolla y el uruguayo Horacio Ferrer presentaron un valsecito tanguero, Balada para un loco, interpretado por Amelita Baltar en la sección correspondiente al tango. La canción produjo un escándalo descomunal que llevó a los organizadores a cambiar las reglas para evitar que Balada para un loco ganara el festival. Pese a ello, el nuevo tango-canción, ganó la adhesión popular, especialmente entre los jóvenes y se volvió un éxito de ventas como hacía años que el tango no tenía.
El dúo Piazzola y Ferrer realizaron otras obras de amplia difusión popular como el tango Chiquilín de Bachín (1968) o la «ópera-tango» María de Buenos Aires (1967), que incluye la bella Fuga y misterio. Piazzolla aportaría composiciones fundamentales como sus Cuatro estaciones porteñas (Verano porteño, Otoño porteño, Invierno porteño y Primavera porteña), la serie del ángel (entre ellas Milonga del ángel y La muerte del ángel), Libertango, Decarísimo y por sobre todas Adiós Nonino, a la muerte de su padre.
Piazzolla también aportó decisivamente a la renovación instrumental del tango con su octeto, que incluía instrumentos hasta entonces absolutamente ajenos al tango, como los eléctricos (guitarra, bajo, teclados, sintetizador), la batería y el saxo. También con él ingresaron al tango instrumentistas de excepción como el violinista Antonio Agri y el guitarrista Cacho Tirao, y un cantante como José Ángel Trelles quienes sumarían sus talentos a experimentados del género como Enrique Kicho Díaz, Osvaldo Manzi o Jaime Gosis entre otros. Piazzolla también realizó una audaz fusión tango-jazz con el saxofonista estadounidense Gerry Mulligan en 1974 (registrado en el álbum Reunión cumbre) e influyó considerablemente en el subgénero conocido como rock nacional argentino, desarrollado a partir de la segunda mitad de los años sesenta.
En esas dos décadas de renovación surgieron también otros autores e intérpretes de gran importancia como Eladia Blázquez (Con el corazón al sur, Si Buenos Aires no fuera así, Sueño de barrilete, etc.), Chico Novarro (Cordón, El balance, Cantata a Buenos Aires), Cacho Castaña (Café La Humedad), el Sexteto Tango, el octeto coral Buenos Aires 8, con un álbum excepcional en 1970, Buenos Aires Hora 0, las nuevas sonoridades introducidas por Osvaldo Berlingieri (1928) desde el piano[43] y su asociación con Ernesto Baffa (Baffa-Berlingeri), la voz juvenil y romántica de Susana Rinaldi, la madurez compositiva de Leopoldo Federico (El último café, Qué falta que me hacés), el revolucionario álbum Concepto (1972) de Atilio Stampone, Rodolfo Mederos ―a quien se consideraba como «la cabeza visible de una nueva música porteña en los años setenta»―, etc. También debe mencionarse aquí al último Goyeneche de la «garganta de arena» ―según el cantautor Cacho Castaña― que desarrolló el arte de «decir» el tango, cuando paradójicamente alcanzó el pico más alto de la devoción popular
En estas dos décadas el tango sufrió también la confrontación generacional y contracultural que llevaron adelante los movimientos juveniles en todo el mundo, con expresiones como el Verano del amor de 1967 y el movimiento hippie en EE. UU., el Mayo francés de 1968, que tuvieron en la música rock y en la revolución sexual, dos de sus códigos de referencia común. En la Argentina, esto se manifestó como una confrontación de contenido generacional entre tango y rock: el tango era la música de «los viejos»; el rock era la música de los jóvenes. Sin embargo, era justamente este declive del Tango como género musical y bailable que causaba un elevado interes por parte de muchos intelectuales argentinos. A partir de la escritura de varias interpretaciones historiográficas del tango una gran parte del campo intelectual ejercía una crítica social y política del país. La fuerte tendencia de peronización del campo intelectual se podía ver materializada en el nuevo interés que despertaba la historiografía del tango.
En 1983 se estrenó en París el espectáculo Tango argentino, creado y dirigido por Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, coreografiado por Juan Carlos Copes, con la participación de bailarines como el propio Copes, María Nieves, Gloria y Rodolfo Dinzel, Pablo Verón, Miguel Zotto y Milena Plebs, y Virulazo y Elvira.La obra fue presentada en 1985 en Broadway (Nueva York), obteniendo un resonante éxito que marcó el renacimiento mundial del tango.]
Desde hace pocos años (comenzando precisamente a partir de determinados períodos de la obra de Piazzolla) se observa que el fenómeno de aculturación mundial que deriva en fusiones musicales entre lenguajes, si bien de origen geográfico cierto, considerados como universalmente difundidos (jazz, rock, heavy metal, música electrónica) y músicas étnicas o locales, también ha llegado al tango. Se trata de fusiones del tango con el jazz, el rock, el heavy metal y la electrónica, siendo esta última la más difundida, con ejemplos tales como Bajofondo Tango Club, Idealtango, Narcotango, Gotan Project y Tanghetto. Entre aquellos que fusionan con el jazz, se puede encontrar al saxofonista y compositor Jorge Retamoza, al pianista Adrián Iaies, el contrabajista Pablo Aslan o al saxofonista Miguel de Caro, entre otros. Existen fusiones vinculadas con el metal en bandas como Arraigo, quienes incorporan instrumentos y melodías de tango, entre otras expresiones del folclore río platense.
Además, existen diversas orquestas en su mayoría conformadas por jóvenes músicos que pretenden rescatar y reinterpretar con nuevos códigos el tango, entre ellas se destaca 34 Puñaladas, Las Bordonas, Altertango, Alfredo Piro, y Astillero. A partir de los años noventa, varios músicos provenientes del rock nacional, como Daniel Melingo y Rodolfo Gorosito (Trío Gorosito-Cataldi-De la Vega) se volcaron al tango.
Como así también muchos jóvenes músicos formados dentro del tango comienzan a aportar nuevo repertorio y nuevos caminos a esta música. Entre ellos destacan: Nicolás Ledesma, Pablo Mainetti, Marcelo Mercadante, Ramiro Gallo, Sonia Possetti y Diego Schissi, el trío Tres X Tango, etc.
Cabe señalar que a partir del año 1999, el tango canción, comienza -sistemáticamente- a acercarse a la niñez. El 11 de diciembre, en el marco del Festival Buenos Aires Tango, en el Patio del Aljibe del Centro Cultural Recoleta, hizo su presentación la cantante y compositora de tango para chicos, Graciela Pesce que ―según el historiador y académico Roberto Selles― inauguró un «estilo inédito en el género» . Diez años después, "la maestra jardinera del Tango" (El Chamuyo Nro 82) recibiría el Premio Gobbi de Oro otorgado por la Academia Nacional del Tango de la República Argentina y presidiría -junto a Olga Besio- en el Festival y Mundial de Tango 2010, la primera mesa denominada «Los Chicos y el Tango», todo lo cual sienta un verdadero precedente de la inclusión del Tango en el mundo de la niñez.

 La Guardia Joven

En los años noventa y hasta la actualidad, comienza el movimiento denominado "La Guardia Joven". Esta generación joven es la encargada de hacer una síntesis de épocas. Sus repertorios incluyen tanto composiciones propias como obras de La Guardia Vieja (finales del siglo XIX hasta 1924 aprox.), La Guardia Nueva o "Decareana" (desde 1924 aprox. hasta la década de 1940), La edad de Oro (a comienzo de los años 40 y hasta finales de los 50) y La edad Contemporánea (con su superlativo exponente Astor Piazzolla). Se caracteriza por dejar de lado viejas rivalidades del tango (antinomias entre orquestas, cuestionamientos a la obra de Piazzolla, etc) y a partir de dicha integración, colaborar a un nuevo renacer del tango. El maestro Rubén Juárez participa con muchos de ellos de las hoy ya históricas "Recaladas", funcionando como eslabón de generaciones. Algunos de los más destacados exponentes son: Ariel Ardit, Lidia Borda, Diego Schissi, Cristian Zárate, Horacio Romo, Pablo Agri, Hernán Genovese, Viviana Scarlassa, Noelia Moncada, Pablo Mainetti, Orquesta Típica Fernández Fierro, Orquesta El Arranque, La Chicana, Lautaro y Emiliano Greco, Esteban Riera, Hernán "Cucuza" Castiello, Chino Laborde, Rascasuelos, Tangocontempo, Sexteto Milonguero,Sonia y Hernán Posetti, Amores Tangos,Conciertos Atorrantes,China Cruel entre otros. Esta generación retoma la cultura de la "Recalada Tanguera", siendo El Bar de Roberto, Bar El Faro y Sanata Bar algunos de sus principales puntos de encuentro.
Fte Wikkipedia.

(En CUBA  SIEMPRE ha gustado el tango, es necesario destacar que  compositores e intérpretes de la talla de  Miguel Matamoros , escribió  música de este género: " El huerfánito",  como otros  a lo largo de nuestra historia  y como parte que somos  de América Latina).

El tango en Cuba

(breve historia)

Por Felix Contreras

El tango tiene en Cuba tan honda como hermosa historia (1) que, comenzada en las primeras décadas del siglo XX, tuvo su primer auge en la de 1940, con una impresionante relación de artistas argentinos que visitaban frecuentemente la isla y que contribuyeron vivamente al crecimiento, aún más, de la popularidad del género en épocas siguientes.

Ningún nombre relevante (excepto Agustín Magaldi) hasta 1959, dejó de presentarse en teatros, radio y televisión nacionales. Figuras como Azucena Maizani, Amanda Ledesma, Tita Merello, Alberto Castillo, Hugo del Carril, Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Mercedes Simoni, Ada Falcón, Rosita Quiroga, Eladia Blázquez, Graciela Susana, Susana Rinaldi, María Grillo, Irustra, Fugazot, Demare, Alberto Castillo, Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi, Charlo, Hugo del Carril, Alberto Gómez, Angel vargas, Horacio Ferrer, Astor Piazzolla, Osvaldo Pugliese, Sebastián Piana, Héctor Negro, Trío Mosalini—Baytelmann, Leopoldo Barrionuevo, Mauricio Ciechanower.

Fuera de los ritmos cubanos, ningún otro género extranjero tenía más simpatía que el tango porteño que, como se sabe, comparten las dos bellas ciudades a orillas del Plata.

Al influjo de los aires de tangos, vales, milongas, surgieron en Cuba innumerables figuras de excelente calidad: Berta Pernas, Zenia Mirabal, María Abelend, Nilda Espinosa, Alguita Pulido, María Josefa Cárdenas, Isabelita Arocha, Dora Espinosa, Gloria Calvo, Luisa María, Magaly Alou, Olga Chorens, Emilio Ramil, Héctor Riopelle, Miguel Angel Penabad, Manolo Escalona, Manolo Fernández, Alfredo Cataneo, Alfredo Baranda, Orlando Blanco, Ruben R. Savón, Purita y Amado, Pepe Mesa, Pedrito Alvarez (padre e hijo), Emilio Álvarez Alejo, Germán Garcil, Jorge Lara, Pablo Ernesto, entre otros.

Un caso insólito del tango cubano es Emilio Ramil, El Gardel Cubano, con su extraordinario parecido físico con El Zorzal Criollo, el color y la tesitura de su voz gardeliana. Actúo en emisoras radiales de Montevideo y Buenos Aires. Fue, además, presidente del Tango Club de La Habana (1953).

Músicos: Adolfo Guzmán, extraordinario pianista y compositor, quien con su orquesta dio marco musical a muchas figuras, entre ellas, Alberto Gómez.

Guitarras: Roberto de Moya (2), Cuco Vila, tan celebrado por cubanos y extranjeros, que, en La Habana era el guitarrista de Hugo del Carril. Otras violas cubanas que deben mencionarse fueron Benito Milián, Ernesto Iturbe.Norberto Durán, Arsenio Moreno, Luis Rivera Peña, Jesús Machado López, José Canet, entre otros.

Agrupaciones: Conjunto Río de La Plata, Los Románticos Gauchos, Dúo Los Camperos, Orquesta de Rey Díaz Calvet, Trío Landa-Llerena-Tabranes, Orquestas de las emisoras RHC Cadena Azul y Mil Diez.

Pero, con el tango florecieron además, instituciones de muy variada índole como el Tango Club de Cuba (3), La Pampa (cabaret), Rincón del Tango, (Hotel Bruzón), Museo del Tango, Edmundo Daubar (4), peñas familiares (en 1989 había en todo el país 114), Cine Gardel (Camajuaní, Villa Clara), La Casona del tango (5) y otras muchas más.

Algunos instrumentistas argentinos asentados en la Habana, como Eugenio Zelaya, el Negro (Joaquín) Mora, Caggiano, entre otros, impulsaron también esta fervorosa afición del cubano por el tango.

Memorables son en esta gloriosa historia, la labor tanguera de la radio con la Cadena Roja, escenario del debut de Emilio Ramil, asistido por relevantes músicos como Jorge Romeo y sus hermanos; Antonio García, el mayor divulgador que ha tenido la musica argentina en Cuba que, hasta su muerte (1980) fue incansable con popularísimos programas como Hogar del tango, a través de las ondas de la COCO, que continua después María Luisa Mac Beath. El infatigable Antonio García recibía en su misma casa las visitas de Agustín Irusta, Charlo, Libertad Lamarque, Alfredo Malerba. Y, si mencionamos a Antonio viene enseguida a la memoria su inseparable partenaire radiofónico Pompeyo Escala Parejo y otros fervorosos colaboradores como Antonio Sánchez, Osvaldo Nicolao, Lorenzo Díaz, Roberto Monroe, Lidia Prieto, Félix Travieso, Rolando Ozón (compositor), Kid Chocolate (Eligio Sardiñas) (6 ). Vasta es la lista de coleccionistas de discos, animadores, promotores y especialistas:

Por supuesto, otros fuertes e importantes factores de arraigo del tango fueron la radio y el cine argentinos, bien plantado en el gusto nacional, hasta hoy, muy fijo en el gusto cubano, sobre todo, los filmes de Carlos Gardel. (7)

Sin dudas, fueron el cine y la radio (8), los máximos impulsores de la actividad tanguera en la isla. El mitológico cine argentino de los años 40 y 50, con sus suntuosas escaleras de mármol, espléndidas rubias (Zully Moreno), de los Estudios de Argentina Sono Films, entonces, con sello marcadamente porteño. Un cine musical inscrito en el folletin popular tan del gusto del público cubano y disfrutado en las pequeñas salas que proliferaban en barrios de La habana que, económicamente se sostenían con películas de Carlos Gardel, Hugo del Carril, Luis Sandrini, entre otros.

Amanda Ledesma, Libertad Lamarque, Pepe Arias, Francisco Petrone, Delia Garcés, Niní Marshall, Silvia y Mirtha Legrand (Rosita y Aurelia Martínez) eran tan amados por el gran publico de la isla que perdonaban no cantaran tangos (con excepción de Libertad). Pero, al frente, estaban, obviamente, las pelícuolas de Gardel, en primer lugar, El día que me quieras, en la que no podía (puede) faltar el Morocho del Abasto con Tomo y obligo:

Tomo y obligo,

mándese un trago

que hoy necesito el recuerdo matar.

Y ¿cuántos niños no se llaman en Cuba Julio inspirados en ese mismo nombre usados por Gardel en uno de esos filmes?

Las Peñas tangueras
son otro hermoso capítulo, con su espontánea atmósfera de en familia, fraternal, surgidas tempranamente en la isla, pero, hacia 1980 se multiplicaron como hongos en las 14 provincias.

Mucho deben los ritmos argentinos y uruguayos a esas peñas familiares como, la Carlos Gardel en el barrio del Cerro (Daoiz 212)), abierta en marzo de 1976, en la propia casa de Humberto Gómez y sus amigos del barrio: Roberto Monroy, Pablo Herzberg, Juan Gómez, Pompeyo Escala Parejo, Félix Travieso y Rolando Ozón. Por la misma fecha surgen otras, y en las siempre participan cantantes profesionales y meros aficionados respaldados por guitarristas invitados que no reciben dinero por sus actuaciones y funcionan casi todas en las propios hogares de la gente del tango, los fines de semana. Peña de Envida Hernandez, Círculo amigos del tango de la Casa de la Cultura de la Habana Vieja (publicaba cancioneros en fechas afines) con Pablo Beltrán, Juan Valdés Portela, Pompeyo Escala Parejo, Edmundo Daubar Baena, Rolando Ozón, Maria Marta, Clarivel Consuegra, Luis Figueroa, Emilio Alvarez Alejo, Osmar Ortega, Amado Proenza, Casa de la Cultura de Plaza, El Vedado.

En provincias, el tango encontró igual despliegue y, Santiago de Cuba, Holguín, Santa Clara, por ejemplo, fueron escenarios donde los ritmos sudamericanos, como en La Habana, contaron con profuso y magnífico elenco de vocalistas, músicos y animadores de elevada profesionalidad. Algunos nombres son Tarzan (José Agustín Gutiérrez), Clemente Achong (único chino que cantó tango en Cuba), Panchito del Real (El Pamperito), Pedro Fernández (Makat), Heriberto González (Kid Villa, boxeador), Raúl Triana, Santiaguito Falcón; en Holguín Martín Arranz Fuentes, Merido Gutierrez y Ariel Dotres, entre otros. en provincias la Mar del Plata Santiago de Cuba..

En esas peñas entregan todo su amor, su arte, su fraternidad voces de calidad como las de Santiago Marrero, Isabelita Arocha, Vilchez, Paradela, Sosa, Orlando Blanco, Manolo Escalona, Alfredo Baranda, Santiago Marrero, Pablo Moreno, Emilio Alvarez, Sabina, Bernardo Trinchet, Jesús del valle (padre del cantautor Tatica)

Alfredo Cataneo. El actual cantante integrante del trío Taicuba, empezó con la OrquestaBuenosAiresdeCadenaAzulen1936 Otros vocalistas que se iniciaron como intérpretes del tango son Lorenzo Hierrezuelo, Kilo Hernandez que, en 1946, abandonó el canto ir a dirigir teatro musical a Buenos Aires y Montevideo. Elena Burke, extraordinaria cancionera del bolero, la bien llamada Señora Sentimiento, debuta a los doce años, cantando Caminito en un programa de aficionados de la CMQ.

Todos los estilos, modalidades, corrientes del tango vocal fueron interpretados en toda Cuba, desde un Orlando Blanco con su tesitura áspera, agresivo fraseo del guapo del arrabal, taita, taura malevo, compradre y otras yerbas --también reafirma el fervor cubano por la música argentina.— del refinado lirismo de los años 20,

Muchos fueron los artistas llegados a La Habana que se hacían por argentinos o porteños para conseguir laburo, tal el caso de Ricardo Dantés (peruano), quien en 1936 entra como cantor de la agrupación Los románticos gauchos, a la que se agrega después el gran Adolfo Guzmán como director y pianista, quien brilló, además, como compositor de tangos (Caravana,Llamento árabe La novia de América).

Fecunda, linda fue la presencia del bandoneonista argentino Eugenio Zelaya, llegado en 1953 y que pronto forma orquesta que incluso, contó otros tres bandoneones: Victor D`amaro, antonio blasi y Deolindo Cassaux—. Aquí muere em maestro Zelaya en 1977

Trio Landa—Llerena—Tabranes, muy destacado en el acompañamiento de cantantes; Trío Los Andes; otros pianistas fueron Rafael Betancourt, Joaquín Mendível, Rubén Gómez, tecladista del excelente conjunto de Lorenzo Pego, Sergio Alvarez —Manos Brujas—.

Rey Diaz Calvet, formidable compositor, arreglista, director orquestal, autor de tangos ((Ya ves, Mi corazón está en tus manos) y valses que dedico a su esposa, la cantante María Luisa Chorens. Destacado pianista, gustaba de trabajar con músicos muy escogidos como Angel Barbazán, Mario F. Collis, Jesús Muñiz, Norberto Rodríguez, Antonio Sánchez y Wilhan Guillén, Iván Fernández, Bienvenido Cardenas.

Numerosísimos son los eventos dedicados al género a lo largo de los últimos 40 años, que han contado con los auspicios del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, Teatro Nacional, Teatro Lázaro Peña, Sociedad Cultural Rosalía de Castro, Museo de la Música, Asociación Nacional Promotora del Tango, Teatro América, Caserón del Tango (lamentablemente desaparecido), Ballet de la Televisión Cubana, Teatro Mella.

Y, un capítulo aparte para el Festival Ayer y hoy el tango que, en marzo de 1984, organizó Casa de las Américas y que es, hasta hoy, el mayor evento dedicado al género a nivel internacional, que reunió en La Habana la más numerosa embajada artística argentina que ha actuado fuera de ese país. Algunos nombres son Osvaldo Pugliese y su orquesta, Sebastián Piana y su Orquesta, Mirta Grillo y su Conjunto, Eladia Blázquez y su Conjunto, Nelly Vázques y su Conjunto, Trío Caritini—Baytelman—Mosalini. El magno evento contó, además, con destacados especialistas: Oscar del Priori, Héctor Negro, Muricico Ciechanower, José María Paolantonio. Emotivo fue la interrelación de artistas cubanos y sudamericanos en el Salón Che Guevara de la institución de la calle 3ra. y G, en El Vedado.

En 1994 Casa de las Américas vuelve al género con el evento Encuentro con el tango; en el cual se le rinde homenaje a Astor Piazzolla y, hablando de bandoneón, vino de Buenos Aires el joven Fernando Ruiz con su instrumento y acompañó a la paraje de bailes Alicia Orlando y Claudio Barneix.

Adolfo Nanclares, Embajador de Argentina en Cuba, brindó especial apoyo al festival, manifestando: “El tango constituye una expresión universal de unidad y de afectos, y de interrelaciones emocionales y cromáticas en las que la habanera y el bolero son parte de múltiples confluencias rítmicas y aun idiosincráticas, que lograron plasmarse en la música de Buenos Aires, del Río de la Plata, que debía incorporar a sus orígenes aquel aluvión inmigratorio que llegara tumultuoso y heterogéneo al puerto de Buenos Aires”,

Con Horacio Ferrer presente —su presidente— se celebra la reunión preparatoria de creación de la filial cubana de la Academia del Tango de Argentina el 6 de diciembre de 1994, (9) en el Caserón del Tango en la Habana Vieja (Callejón de Jústiz); el doctor Bernabé Ordaz, director del Hospital Psiquiátrico, amante del tango, invita a un grupo de músicos, como saludo a esa Asamblea de Constitución de la Academia Cubana del Tango —filial de la de Argentina— a estrenar en Cuba la Suite freudiana, de Astor piazzolla, en el teatro de la propia institución de salud.

Sirvan de ejemplo las huellas imborrables del tango en Cuba que, actualmente, estimula el surgimiento de jóvenes y talentosos bailarines que están animando la actividad del gotán en varios puntos de La Habana, como Carolina Balmaceda (recién regresada de Buenos Aires con su compañía Neotango, donde actuara con notable éxito en el Festival Cambalache); y Maykel de Armas Torres que, en 2003 funda la Compañía Habana—Tango y, poco después, asiste al Festival de tango de la provincia argentina de San Luis. Seguramente, bajo este estimulo de la danza, luego volverán las voces, los intérpretes vocales.

Esta historia, rica, hermosa del tango en Cuba, merece rescatarse, trabajar y desplegar esfuerzos para que vuelva a ser ese poderoso puente de amistad entre los pueblos de Cuba, Argentina, Uruguay y otras tierras hermanas de Nuestra América y el mundo por qué ¿hay algo que una más que el tango, ese sentimiento que se baila y se canta?.

NOTAS

1 Habanera, parienta cubana del tango, cuya línea melódica se mezcló con la milonga.

2 Roberto de Moya, Santiago de Cuba, 1897—La Habana, 1971. Acompañó a Carlos Gardel en las películas Cuesta abajo y El tango en Broadway, en 1935.

3 Tango Club: Primera asociación tanguera cubana reconocida oficialmente (calle Hornos 11) en 1951. Fueron sus fundadores Magaly Alou, Pompeyo Escala Parejo, Félix Travieso, Lorenzo Díaz, Roberto Monroe, entre otros. Contó con la colaboración de Luis Priori, Secretario General de la Embajada Argentina y de José Corradi, de la uruguaya. Colaboró con programas radiales entre 1951 y 1955.

4 José Daubar Baena, fotógrafo, creó un curioso museo del tango en su propio hogar (Neptuno 305, entre Aguila y Galiano) con exposición permanente de fotos, objetos, documentos, etc. Allí se crea también, con Pompeyo Escala Parejo, la Asociación Cubana Amigos del Tango (ACADT). Muerto Daubar, el sitio perdió su encanto, interés.

5 Casona del Tango. Hoy desaparecida, es la más importante institución dedicada al tango que, abierta en gran medida gracias a los esfuerzos del Embajador de Argentina Adolfo Nanclares, Asociación Nacional Promotora del Tango. Quedó constituida el 10 de marzo de 1989 mediante resolucion No. 1 del Ministerio de Justicia, cuya junta directiva quedó constituida por Norberto Collado, Rolando Ozón, Juan Valdés, Pompeyo Escala Parejo, Felix Contreras. Establecida provisionalmente en el Museo de la Música, un año después ocupa su sede permanente en el Caserón del Tango en La Habana Vieja (callejón de Jústiz). Dotada de escenario, bar, y otras comodidades, enseguida sumó a su escenario a notables figuras como Magali Alou, Rey Díaz Calvet, Cuco Vila, Mario Blanco Negret, Pedro Alvares, Pablo Herberg, y los jóvenes Bernardo Trinchet, Pedrito Alvarez, Enrique Orlando, Emilio Alvarez, Sabina Valdés, entre otros. Pero, el viejo y acariciado sueño de la tanguedia cubana pronto se desplomó por malos, turbios manejos de sus recursos y, hasta hoy, permanece clausurada por disposición de las autoridades.

6 Kid Chocolate (Eligio Sardiñas), fue amigo de Carlos Gardel quien, en París, le cantaba siempre al campeón mundial de boxeo, Rosas de otoño.

7 Sobre todo, Melodía de arrabal, Cuesta abajo, El tango en Broadway, Cazadores de estrellas, El día que me quieras, Tango bar y, en 1986, cuando se estrenó Tango, el exilio de Gardel, de Fernando Solanas, fue otra locura de público en las salas cubanas)

8 La radio, inaugurada en 1929, fue la principal aliada del 2X4 en Cuba, con emisoras que ganaban gran popularidad con espacios dedicados a toda al tango. RHC, Cadena Azul (Paseo del Prado 53), de Amado Trinidad fue, con la Mil Diez, las que más recursos y tiempo dedicaron al tango, Radio Cadena Suaritos, CMCA de la Cuban Telephone (con la orquesta Típica Argentina de Bucharde), CMKC (en 1946 con La Hora argentina), CMQ, también muy importante, con la Corte Suprema del Arte.

9 Se le extendieron diplomas de miembros de la Academia del tango, entre otros, a Pompeyo Escala Parejo, Rolando Ozón y Félix Contreras.


Gardel en Cuba

Las primeras grabaciones de Carlos Gardel en Buenos Aires, Barcelona, París y, las últimas, en New York, estaban en muchas casas habaneras. Pero, el tango no llega con Gardel —como muchos piensan—, sino con artistas de la zarzuela española: Juan Pulido, José Moriche y otros.
Esos discos, algunos con rarezas, errores, detalles singulares —perlas para coleccionistas— pudieron llegar a Buenos Aires y Montevideo gracias a coleccionistas cubanos como Pompeyo Escala Parejo, José Sánchez, Fernando Alonso, Orlando Nicolau.
Fue Gardel, con su excelso arte vocal, sus filmes —no tan buen actor—, en las tres décadas del siglo XX quien tendió ese sólido puente entre los pueblos del Río de la Plata y Cuba… Barrios de La Habana, Santiago de Cuba, Santa Clara, Camagüey, Holguín, con sus numerosos peñas –— bulín— creadas en las propios hogares —a la cubana de antaño, nada de lujos ni ostentaciones— propagaban esa fraternidad cubano—argentino los fines de semana, cantando tangos del Morocho y, obviamente, sus fotos en las paredes, discos, afiches.

Pero, ¿qué tango, qué cantante prefería Ernesto Che Guevara en la Sierra Maestra mientras mateaba con el padre Sardiñas y Raimundo Pacheco durante en las escasas noches libres de la lucha guerrillera? pues, Como abrazao a un rencor (Podestá—Rossi) cantado, obviamente, por Gardel.

Llama la atención, la simpatía personal de Gardel por Cuba, por los cubanos. Incontables fueron sus amigos y colaboradores de la isla en España, París, New York. En la primera ciudad fueron estrechos y cálidos sus lazos con Don Azpiazu, quien presta su orquesta al Zorzal en dos películas: Espérame, en la que interpreta del músico cubano la “rumba” Por tus ojo negros, y La casa es seria. En la Ciudad Luz fueron incontables las noches bohemias compartidas con nuestro campeón mundial de boxeo Kid Chocolate (Eligio Sardiñas), al que invariablemente dedicaba siempre Rosas de otoño.

Siempre fue un sueño del Maestro cantar en la capital cubana, anhelo únicamente frustrado con su muerte, precisamente cuando volaba hacia La Habana, donde lo esperaba su fraterno Heliodoro Martínez en el Teatro Nacional de La Habana en 1935.

En New York compartió muchas veces con el Trío Matamoros, quienes cantaban para él Silencio y, con otro cubano, Roberto de Moya, que fue su guitarrista en las películas Cuesta abajo y El tango en Broadway.

Por ello, cuando La Habana le rindió tanta recordación en su centenario (1890—1990) en teatros, cines y peñas a lo largo de toda la isla, no era nada extraño si, esa voz, ese misterio, nos pertenece, como es nuestra esa tierra, esa gente porteña tan amada al sur de Nuestra América,

Felix Contreras
La Habana, agosto del 2009


 Y ahora  la letra  de un  bello tango en Enrique Santos  Díscépolo, conocido como el poéta del tango:


Yira Yira

letra y música  Enrique Santos  Díscépolo, 

Cuando la suerte qu' es grela,

fayando y fayando

te largue parao;

cuando estés bien en la vía,

sin rumbo, desesperao;

cuando no tengas ni fe,

ni yerba de ayer

secándose al sol;

cuando rajés los tamangos

buscando ese mango

que te haga morfar...

la indiferencia del mundo

-que es sordo y es mudo-

recién sentirás.



Verás que todo el mentira,

verás que nada es amor,

que al mundo nada le importa...

¡Yira!... ¡Yira!...

Aunque te quiebre la vida,

aunque te muerda un dolor,

no esperes nunca una ayuda,

ni una mano, ni un favor.



Cuando estén secas las pilas

de todos los timbres

que vos apretás,

buscando un pecho fraterno

para morir abrazao...

Cuando te dejen tirao

después de cinchar

lo mismo que a mí.

Cuando manyés que a tu lado

se prueban la ropa

que vas a dejar...

Te acordarás de este otario

que un día, cansado,

¡se puso a ladrar!


notas:

grela, podríamos interpretar  algo asi como  p...    , quizás sucia,basura, etc..
"grela" en glosario de lunfardo y giros de Argentina: mujer de medio ambiente. Mugre. Suciedad.

"grela" en glosario de jergas y modismos de Argentina: (lunf.) Mujer perteneciente a un rufián 

 

(VB), mujer (LCV.), amante, querida/ (juv.) Suciedad.http://que-significa.com.ar/significado.php?termino=grela

 

fallando: fracasando

morfar: comer, engullir.

  yira:   mujer prostituta callejera
 otario: tonto , bobo , ingenuo 
manyés: adivines un`popósito encubierto
cinchar:trabajar esforzadamente
Por si les interesan midis al respecto les inserto el vínculohttp://www.mibuenosairesquerido.com/xTango2.htm
fuente:
 Estas palabras del argot rioplatense,  han sido tomadas del Libro Academia Nacional de Letras  1000 palabras del español  del Uruguay, Dicccionario del Español del Uruguay,(DEU) Montevideo, 1998. Uruguay  país ribereño con el Rio de la Plata, al igual que Argentina.
 Disfruten la bella música en esta ocasión con el corazón dedicado al Sur y recuerden que como decía el gran compositor  francés   Claude Debussy(1862-1918) ..."La música se ha hecho para lo inexpresable". 
recomiendo que para conocer Cuba entren a este enlace de una Radio que tiene una programación bellísima, una de ellas " Gotas del saber"http://www.radioenciclopedia



ENRIQUE DISCÉPOLOS, TANGOS, CARLOS GARDEL EN CUBA, TANGOS CUBA, géneros MUSICALES, Rey Diaz Calvet, bandoneonista argentino Eugenio Zelaya, trío Taicuba, Alfredo Cataneo, OrquestaBuenosAires, emisora CadenaAzul cuba  1936, Clemente Achong (único chino que cantó tango en Cuba), Panchito del Real (El Pamperito), Pedro Fernández (Makat), Heriberto González (Kid Villa, boxeador), Raúl Triana, Santiaguito Falcón; en Holguín Martín Arranz Fuentes, Merido Gutierrez, Ariel Dotres, cantantes tangos cubanos, provincias la Mar del Plata Santiago de Cuba, peñas familiares cubanas tangos. Emilio Ramil, El Gardel Cubano. presidente del Tango Club de La Habana (1953), Berta Pernas, Zenia Mirabal, María Abelend, Nilda Espinosa, Alguita Pulido, María Josefa Cárdenas, Isabelita Arocha, Dora Espinosa, Gloria Calvo, Luisa María, Magaly Alou, Olga Chorens, Emilio Ramil, Héctor Riopelle, Miguel Angel Penabad, Manolo Escalona, Manolo Fernández, Alfredo Cataneo, Alfredo Baranda, Orlando Blanco, Ruben R. Savón, Purita y Amado, Pepe Mesa, Pedrito Alvarez (padre e hijo), Emilio Álvarez Alejo, Germán Garcil, Jorge Lara, Pablo Ernesto, entre otros.Felix Contreras art'iculo El tango en Cuba,